Mientras el Dortó Mario se ausentaba unos minutos, un grupo de virus nihilistas han irrumpido en su laboratorio y okupado varias de las botellas que Mario usa para destilar su famoso licor de champiñón.
Al regresar y ver el pifostio que se había montado, el Dortó Mario ha hurgado en su botiquín y ha comenzado a arrojar sobre los virus, todas las pastillas que ha encontrado en su interior.
Será tu misión ayudar al Dortó Mario a poner orden en la tormenta de pastillas, para que cada una impacte sobre el virus que le corresponde.
Provoca mucosa bungee, vómitos ciclados y obsesión por ver programas de teletienda.
Provoca diarrea de tertuliano, bucolismo labial y hambre de durums pringosos.
Provoca sarpullidos seborreicos, mareos pendulares y cánticos tiroleses involuntarios.
Siguiendo el riguroso protocolo de emergencia recomendando por la OMS, usaremos pastillas del mismo color que el virus que se desea neutralizar.
Aun así, el salero con el que están representados les otorga una personalidad única a cada uno de ellos.
Los virus son tan minúsculos que necesitarás una buena lupa para verlos en la pantalla.
La banda sonora de Dortó Mario, infecta a todo el que la escucha como si fuera una fiebre incurable que nunca se olvida.
¡Prepárate para tararear en bucle sus pegadizas melodías hasta en un funeral!
El diagnóstico es inequívoco:
Dortó Mario nos receta una dosis infalible contra el aburrimiento crónico, dejándonos con la leve sospecha de que, si nos lo hubiéramos propuesto, nosotros también podríamos haber sido unos médicos brillantes, o al menos... unos pastilleros muy habilidosos.
Si has disfrutado esta reseña sobre Dortó Mario, seguro que te encantarán nuestros productos.
Tu barrera textil contra los gérmenes.
Perfecta para tomar el jarabe para la tos.